YO ME LLAMO O.TARSIS
Yo me he llamado O. Tärsis,
el que escribe los poemas,
quien de simples anatemas
volvió su metamorfosis
en una simple catarsis.
yo, el que nada debe o teme,
soy el único que tiene
la suerte de haber nacido
tres veces y así vivido
a lo que dicte la suerte
CIERRO MIS OJOS Y ME DUERMO...
LOS ABRO, Y NO DESPIERTO...
¿SERÁ QUE YA ME VOLVÍ ETERNO?
¿SERÁ QUE ME ESPERA EL INFIERNO?
LOS ABRO... ¡Y ME SIENTO MUERTO!
QUIZÁS TODO EL TIEMPO
Quizás todo el
tiempo, en
Esta tierra donde
Con o sin con quién
Mi oportunidad se esconde,
Estoy haciendo lo mismo
Y mis palabras se hunden
En el negro abismo
O por el aire se escabullen.
Yo no pretendo
Que todos me pretendan
A través de mis palabras
Pero bien comprendo
Que ellos entender no puedan
Mis vivencias tan macabras.
TODA LA SOLEDAD QUE SIENTO
Toda la soledad
que siento
y que a nadie en verdad le importa
es lo que me transporta
al triste descontento
de saberme hundido, tan adentro
de un abismo
que me atormenta.
Me siento dentro de una tormenta,
la que poco a poco consume mi vida,
mi conciencia está muy herida
y hace que de todo me arrepienta.
NO ES LO MISMO
No es lo mismo
abrazar
Que ser abrazado.
No es lo mismo besar
Que ser besado.
No es lo mismo amar,
Que ser amado.
No es lo mismo dar
Sin saberse, al otro, dado.
No se puede construir
Donde nada se construye,
No se puede intuir
Lo que de por si jamás se intuye.
No me puedo dar,
Porque no se me han dado.
No me debo entregar
A quien no se me ha entregado.
Me reniego a amar
Sabiéndome mal amado.
Me obsesiono al pensar
Que solo me he quedado.
TODAS LAS FLORES
ALGUN DIA SE MARCHITAN
Todas las flores un día se marchitan;
Nacen, con su semilla, desde la
raíz;
Se llenan de hojas verdes sus tallos,
Y de Empundorosos aromas sus pétalos.
Todas las flores un día se marchitan,
A pesar de la lluvia y del viento,
A pesar de nacer en el bosque,
A pesar de embellecer prados y campos.
Y como esos campos, como esos bosques,
Como esos prados, son nuestras vidas.
Son nuestros cuerpos tallos
Y como pétalos nuestros rostros.
Somos todos nosotros, en si, sólo
flores.
Todas las flores algún día se marchitan
Y como ellas, nosotros también nos secamos
HASTA ADENTRO
Evítame con tus
ojos
Y habítame con tu cuerpo.
Tómame por despojo
Y bébeme, tú, por dentro.
Rodéame con tu boca
Y enrédame por tu cuerpo.
Oh, que todo tu hermoso cuerpo,
Se impregne a mi sedienta boca.
Esta mente loca,
Que me eleva a profundidades
Y me sumerge en las alturas;
Esta mente loca
Que te piensa y ya te mira,
Que te abraza y que te sueña,
Es la mente que salpica,
Porque se chorrea de amor.
Evítame con los ojos
Y habítame con tu cuerpo.
Escúrrete, tú, por dentro,
Quiérote yo hasta adentro.
Volvámonos, ambos, uno
Y en uno que habiten ambos.
Tómame por despojo
Y bébeme tú por dentro.
SONETO DEL AMOR QUE SE VA
PORQUE NO SE HACE AL MODO DE UNO
Dolor que causa el amor, amándonos:
Lamentación en nuestros corazones.
Del dolor nadie sabe dar razones,
de amor y pena son los arándanos.
Qué ingrato dolor el que a mí me mata:
Conozco de amar y no se de amores.
En el corazón sólo hay dolores
y en mi mente la duda más ingrata.
Enganchado quedo a mi amante triste:
De amor le trato y le impongo mi mundo
sin darle oportunidad. Soy muy banal.
Mi amante entonces de tedio se viste
y el amor deja de ser tan profundo.
Desconozco amores, comienza el final.
RODEAME MUNDO
Rodéame mundo inmundo
Con todo tu dolor doloroso,
Con ese calor tuyo, caluroso,
Con
tu silencio silencioso y mudo,
Con tu profundidad en que profundo
Poco a poco me voy hundiendo.
Siento que voy sintiendo
Que
amando sólo amo
Y calmando sólo calmo
Lo que soy y no voy siendo.
SI ME MUERO...
Si me muero
Que no me entierren.
Si me muero
Que no haya autopsia.
Si
me muero
Sólo quémenme,
Si ya es en si el fuego
Gran parte de mi gloria.
Yo no quiero morirme
Por temor a ser
enterrado
Y no quiero que algún gusano
Devore mi cuerpo sublime.
Si hay alguien que me estime,
Que por favor no
permita
Que mi cuerpo en una ermita
Sea para siempre sepultado.
Quiero marcharme incinerado,
Pues de por si en
mí el fuego habita
MUERTO
1
Estoy enfermo,
Me estoy muriendo,
Y ya amando,
Y ya siendo
rechazado,
Me siento en el infierno.
2
No hace falta dejar de existir
Para poder morirse.
Sólo basta con sentirse
Alrededor
de todo y dentro de nada.
Yo siento sólo la nada.
Soy muerto que no puede morirse
Aunque solito siente pudrirse.
POR FAVORCITO
QUE NO ME ENTIERREN
Ya me voy a morir
Y no se si me van a enterrar.
¿Dónde al final
irá a morar
mi cuerpo al cual, tras abrir,
le quitarán todas las ganas de vivir?
Ya me siento moribundo
Y con
ganas de este mundo
De dolor y de crueldad,
Siento una horrible ansiedad:
¡Tres metros abajo me hundo!
YO LABRO MI CRUZ
Yo labro mi cruz,
La que cargo durante el camino
Mientras sueño
en el destino,
El que no tiene luz.
Mis heridas, llenas de pus,
Son mi propio alimento;
Me las trago con el sufrimiento
Y
con golpes de pecho.
Hay muerte sobre mi techo
Y me guía el arrepentimiento.
SE ME DESCOMPENSA EL CORAZON
Se me descompensa el corazón
pues no lo puedo alimentar
y si
lo alimento se ahoga.
Se siente en mi cuello una soga
Que con una fuerza brutal
Me ahorca de desilusión
Apresurando
mi inerte agonía.
¡Quiero alimentar el corazón
y todos de él rehuyen!
Quiero saciarlo de amor
Para que se emborrache
Porque
saciándose d amor
Todos los corazones se emborrachan.
¡Se me descompensa el corazón
pues no lo he podido alimentar!
Si
lo alimento se ahoga
Pues de amor se quiere saciar.
ME ARROJASTE
Me arrojaste al
mundo
Sintiéndote feliz.
Y después te inundo
De un cruel matiz:
Todo tu amor me dabas,
Mientras de mí algo esperabas.
Yo no puedo complacerte,
Porque mi vida es la negrura
Y si de ti me alejo es para no saberte
Por mi culpa, hundida en la amargura,
Por saberme más del diablo que de dios.
Por eso es que te digo adiós.
Madre mía, no te desesperes,
Si es que elegí el mal camino
Y me he arrojado a la oscuridad.
Si supieras, madre, lo que para mí eres...
Nos unió la fuerza del destino
Y nos separa la negra realidad.
ESE HOMBRE
A ese hombre que
atento,
Toda mi persona mira,
Al bien analizarme se admira,
Mientras le entero de mi descontento:
Verdades le digo, y a veces le miento;
Él, atento y lisonjero,
Me dice apenado, pero sincero:
-¡Es usted un dios! Y no se asombre.
¡Qué crueldad! ¡Pobre hombre!
Con sólo versos, lo hice mi prisionero.
VOLVERÉ
Yo volveré
En una reencarnación,
A plasmar mi imaginación
Sobre todo lo plasmable
En este mundo inimaginable.
A todo me atreveré
Y de colores lo verteré
Con mis ideas desenfrenadas.
Surgiré desde la nada
Y al mundo convertiré.